Acercándonos a los TCA
Muchas veces creemos que las chicas con Trastornos de
la Conducta Alimentaria (TCA, en adelante,) son niñas caprichosas, que quieren
llamar la atención y son muy superficiales. Pues estamos muy equivocados.
Son chicas con una fuerza interior alucinante, cariñosas,
atentas, luchadoras… todo lo que diga es poco. Y digo ellas
porque es un trastorno que se presenta en el 90% de los casos en chicas.
Creo que la mejor manera de abordar el tema es poniéndote
primero en situación sobre como se ha ido desarrollando el concepto del
trastorno.
En el siguiente post te hablaré sobre los diferentes
tipos de trastornos de la alimentación que hay, sobre factores que pueden
predisponer o desencadenarlos y que hacer ante un posible trastorno
alimentario.
PROBLEMÁTICA RELACIONADA CON LOS TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA
A lo largo del tiempo, la perspectiva sobre los
hábitos alimentarios y las enfermedades o trastornos asociados a ellos han
cambiado sobremanera. Mucho ha llovido desde que la restricción de alimentos se
asociaba directamente con el ayuno espiritual o con el mundo del espectáculo
(antes y después del S.VI ).
En los últimos años hemos sufrido un bombardeo masivo
a través de los medios de comunicación, que plasman la realidad de una sociedad
consumista en la cual el culto a un cuerpo llamativo, provocador y competitivo
se ha convertido en una prioridad.
Las revistas de moda, los diseñadores de alta costura,
los anuncios publicitarios, la convergencia entre sexos en un intento por
conseguir la “igualdad”, etc… Todo ello, unido al creciente fenómeno de los
padres ausentes del seno familiar por las obligaciones laborales, ha
contribuido a que los adolescentes de hoy en día tengan ciertas, por no decir
muchas, carencias afectivas y madurativas que desembocan en inseguridades,
dificultades de comunicación y les convierten en ‘carne de cañón’ ante el
bombardeo constante de los medios de comunicación, y su mensaje sobre cuál es
el modelo de ‘chica/o ideal’.
Como explica Chinchilla (1994), también nos
encontramos con que la educación sanitaria en cuanto a dietas es muy
deficitaria o más bien desastrosa. Las dietas y actitudes rígidas hacia las
mismas, pueden predisponer en estos/as chicos/as, junto a otros factores como
los comentados anteriormente, la aparición de este tipo de trastornos.
Hoy en día los trastornos de la conducta alimentaria
son un reto para la investigación, y deben verse de una manera más dinámica,
ecléctica y plural por su peculiaridad, gravedad, interés social, complejidad,
evolución, manejo, etc. Son trastornos psicológicos relacionados con el
cuerpo y con su significado social, que afectan a las costumbres
alimentarias y a todos los hábitos relacionados con la pérdida de peso, que
llevan a la desnutrición. Las personas que padecen este trastorno no
aceptan estar enfermos, por lo que no piden ayuda y suelen rechazarla cuando se
le brinda, así que suelen llegar a los profesionales cuando el cuadro ya está
muy avanzado y las complicaciones médicas que presentan pueden llegar a
producir la muerte.
La anorexia y la bulimia son las más
importantes dentro del grupo de trastornos alimentarios. Son trastornos graves
que afectan más a las mujeres que a los hombres, y preferentemente a mujeres
jóvenes y muy jóvenes. Además, son muchísimo más frecuentes en las sociedades
desarrolladas, donde hay sobre abundancia de comida y en las que la cultura
predominante enfatiza la delgadez. Se da una relación en la cual, a mayor nivel
de vida, mayor número de personas que presentan dichos trastornos o alguna
versión menos grave de ellos.
Suelen asociarse con psicopatologías graves e interfieren
en el funcionamiento normal de la vida social, del trabajo y del estudio.
Aunque ya explicaré con más detalle cada tipo de
trastorno y los factores que influyen en el siguiente post, se puede decir que cada
persona tendrá una determinada vulnerabilidad personal que será la suma
de sus factores familiares, de personalidad, física o genética y cultural. Esta
vulnerabilidad, unida a uno o varios factores precipitantes (situación
de estrés, dieta, cambios de estudios, comentarios físicos, estancias en el
extranjero, presión por los exámenes, etc.) será lo que de lugar a un trastorno
de la conducta alimentaria.
Actualmente, hay un aumento creciente de su incidencia
y prevalencia, quizás porque se hace mejor diagnóstico o porque la influencia
de factores socioambientales es importante en su génesis. La van a padecer al
año de 20 a 30 chicas menores de 25 por cada cien mil habitantes.
Pero no existen únicamente los trastornos alimentarios
como tal. Hay muchos comportamientos frecuentes en la sociedad respecto a la
comida y el peso y que hasta hace poco no habían recibido la atención
necesaria. Son las llamadas “preocupaciones por la comida, el peso y la imagen
corporal”. Dentro de ellas podemos situar todos los comportamientos de
preocupación por la comida, por la silueta, las dietas estrictas, hacer
atracones, uso y abuso de laxantes, pesarse muy a menudo, etc… En general,
sentirse desgraciado dentro de uno mismo a causa del peso y la apariencia en
general