Acogida y Adopción
Las experiencias vividas con nuestras personas significativas (padres, madres, cuidadores, etc…) constituyen el eje del desarrollo de nuestra personalidad. En función del tipo de relación que tengamos desarrollaremos una determinada percepción de nosotros mismos, del entorno, y de los otros, que condicionarán nuestra conducta a lo largo de la vida.
Cuando estas relaciones significativas no han proporcionado las condiciones adecuadas para construir una identidad sana y adaptada al entorno, tanto un niño como un adulto necesitamos encontrar nuevas relaciones en las que sí se den las actitudes y elementos necesarios para reparar el dolor vivido.
Cuando estas relaciones significativas no han proporcionado las condiciones adecuadas para construir una identidad sana y adaptada al entorno, tanto un niño como un adulto necesitamos encontrar nuevas relaciones en las que sí se den las actitudes y elementos necesarios para reparar el dolor vivido.